miércoles, 10 de diciembre de 2014

"EL TDAH NO EXISTE, Y LA MEDICACIÓN NO ES UN TRATAMIENTO, SINO UN DOPAJE"

Entrevista al catedrático Marino Pérez, autor de "Volviendo a la normalidad".

Leer para poder comentar y preguntar a la ponente.

Características positivas en el TDAH

 El TDAH tiene también muchos aspectos positivos. Con un buen abordaje adecuado pueden ser potenciados, ya que estos niños tienen una respuesta alta a estímulos positivos. Si nos fijamos bien, no es tan terrible tener un TDAH, tienen innumerables características positivas que les pueden llevar en el futuro a ser grandes genios. 
La creatividad y originalidad suelen ser unas de sus principales características, pero al igual que tienen un sin fin de desventajas, también tienen un sin fin de maravillosa características: 

  • Son ambiciosos, quieren ser "todo cuando sean mayores".
  • Son buenos para hablar en público. 
  • Son buenos en las relaciones públicas. 
  • Son capaces de ver un orden en el caos. 
  • Son buenos resumiendo y sintetizando. 
  • Son buenos ante los cambios. 
  • Son grandes generadores de ideas. 
  • Son compasivos consigo mismos y con los demás. 
  • Son hábiles para solucionar problemas. 
  • Siempre están dispuestos a probar y aprender cosas nuevas. 
  • Siempre están dispuestos a hacer nuevos amigos. 
  • Siempre están dispuestos a ayudar. 
  • Siempre tienen una gran decisión. 
  • Siempre buscan caminos alternativos hacia un fin. 
  • Se preocupan mucho por su familia. 
  • Tienen buena reacción en situaciones de emergencia. 
  • Tienen buena capacidad para enfrentarse a situaciones difíciles. 
  • Tienen la habilidad de encontrar caminos para superar obstáculos. 
  • Tienen soluciones ocurrentes para resolver problemas. 
  • Tienen gran sentido del humor. 
  • Tienen una gran memoria visual. 
  • Tienen un buen procesamiento en información por imágenes.
  • Tienen una personalidad atractiva. 
  • Pueden hablar de muchas cosas al mismo tiempo. 
  • Pueden hacer que la gente se sienta escuchada. 
  • Pueden llevar a cabo muchos proyectos al mismo tiempo. 
  • Miran las situaciones desde todos los ángulos. 
  • Necesitan dormir menos que los demás. 
  • Evolucionan constantemente. 
  • Perdonan fácilmente. 

Además: Son ambiciosos, apasionados, aventureros, cálidos, colaboradores, compasivos, creativos, curiosos, divertidos, empáticos, espontáneos, extrovertidos, flexibles, graciosos, honestos, imaginativos, ingeniosos, inteligentes, intuitivos, inventivos, leales, optimistas, persistentes, pragmáticos, resistentes, tenaces, tolerantes, trabajadores, sinceros, valientes, versátiles, visionarios, y sobre todo: "SIEMPRE ESTÁN LLENOS DE ENERGÍA" 


Bibliografía. COBO R. "Mi hijo es hiperactivo" , EIUNSA. Ediciones Intermacionales Universitarias, S.A., 2006
Que mejora y empeora el TDAH

 Como en todos los aspectos de la vida, en el TDAH (Trastorno por déficit de atención e hiperactividad), podemos encontrar factores que mejoren o empeoren la sintomatología propia del trastorno. Los factores que contribuyen a la "mejora del TDAH" son:

Un diagnóstico precoz: evidentemente, cuanto antes se lleve a cabo el diagnóstico, antes se podrá intervenir de la manera más adecuada sobre el trastorno. Cuanto más pronta sea la intervención, mejor será el pronóstico.
Una educación coherente por parte de los padres: donde se hayan establecido rutinas, normas y límites adecuados a las características del niño propiamente y a las del núcleo familiar también.
La transmisión de valores positivos y estabilidad familiar: el que exista un ambiente de comunicación empático, donde todos los miembros tengan voz y se sientan comprendidos y apoyados facilitará la relación entre los miembros y creará un ambiente estructurado y cómodo.
El conocimiento por parte de los profesores y adaptación de las actividades educativas: lo que siempre hablamos de dar al alumno la respuesta educativa más adaptada a sus características y necesidades. Para ello, deberá realizarse al alumno una evaluación psicopedagógica para determinar cuáles son específicamente las necesidades educativas que presenta, en el caso de que las presente, porque no por tener TDAH se tienen asociadas unas necesidades educativas especiales.
 La colaboración entre los padres y la escuela: cuando hablamos de que la familia debe formar parte activa de la escuela, no solo nos referimos a las citas que pueden mantener con el tutor o con los diferentes profesores que trabajan con el niño, sino que debe participar de forma activa en actividades, asociaciones de madres y padres, consejo escolar, etc.
 Para que exista la colaboración que demandamos, el punto de unión entre la familia y la escuela debe ser el niño, y el trabajo conjunto que se realice debe ir orientado a su desarrollo global. Por ello, establecer acuerdos y objetivos comunes para trabajar con el alumno nos facilitará dar una continuidad al proceso educativo fuera del centro escolar, en el resto de ambientes en los que se desarrolla el alumno, y en los que indudablemente aprenden y se forman como personas sociales.

 Los factores que contribuyen al "empeoramiento del TDAH" son:
Un diagnóstico retardado: si el diagnóstico se retrasa, evidentemente también lo hará la intervención que debe llevarse a cabo de la manera más temprana posible.
 Fracaso escolar: cuando a un alumno no se le brindan los apoyo que necesita, es muy probable que no logre alcanzar los objetivos propuestos curricularmente, por lo que se va descolgando de su grupo de referencia y va observando mayores diferencias entre él y sus compañeros. Esto le lleva a un estado de frustración y ansiedad que evidentemente no son aspectos positivos para nadie y que contribuyen a acentuar negativamente el TDAH.
Una educación demasiado permisiva o severa: los niños con TDAH, al igual que todos los niños, necesitan de un ambiente estructurado, con normas y límites claros y establecidos, en el que se sienta seguro y conozca bien su `funcionamiento`. Para que esto ocurra, es necesario que se de un clima equilibrado, ni permisivo ni severo, en el que se tengan en cuenta las necesidades de toda la familia a la hora de establecer las normas de convivencia.
Desavenencias y hostilidad entre los padres: si no existe un buen clima familiar, el hogar no será un lugar donde el niño pueda expresarse abiertamente, donde sienta que se le escucha y comprende y donde no va ser juzgado. Sin tener un espacio donde poder dialogar, el niño puede verse frustrado, guardándose todo para sí y haciendo aumentar sus niveles de estrés y ansiedad.


Bibliografía. J.A. Ramos-Quiroga a,b, R. Bosch-Munsó a, X. Castells-Cervelló a, M. Nogueira-Morais a, E. García-Giménez a, M. Casas-Brugué, Trastorno por déficit de atención con hiperactividad en adultos: caracterización clínica y terapéutica, 2006. Rafael Benito Moraga, Evolución en el Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) a lo largo de la vida, 2008. J.R. Valdizán, A.C. Izaguerri-Gracia, Trastorno por déficit de atención/hiperactividad en adultos, 2009.
Diez falsos mitos sobre el TDAH 

 Hay muchos mitos sobre el TDAH, la gente opina sin saber, y todos "saben" cómo cambiar el comportamiento descontrolado del niño. Generalmente la familia, amigos y profesores tienden a culpar consciente o inconscientemente a los padres. Esto es una defensa natural ante una situación difícil del niño. Lo lógico es buscar la respuesta en un problema de los padres o de la familia. Con éste breve artículo pretendemos aclarar algunos de estos falsos mitos. Nuestro objetivo es reducir el estigma del TDAH y favorecer su reconocimiento y detección precoz. Así podremos prevenir y evitar que los niños sufran los síntomas durante años antes de recibir un diagnóstico correcto y el tratamiento que está disponible. El tratamiento del TDAH es muy seguro y eficaz y lo apoyan muchos estudios científicos.

Mito 1: El TDAH es culpa de los padres y su diagnóstico es poco fiable El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, de oriegen neurobiologico y con una gran craga genética (coeficiente de heredabilidad del 75%). Afecta a la capacidad del niño, adolescente o adulto de: 1) regular su nivel de actividad, por lo que tienen hiperactividad 2) inhibir o frenar sus ideas, pensamientos o comportamiento, por lo que tienen impulsividad 3) prestar atención a las acciones que realizan, por lo que tienen inatención La fiabilidad del diagnóstico es muy alta, y la presentación es bastante similar en diferentes culturas. Es por ello, que el TDAH no es culpa de los padres, y el trastono no "aparece" por una mala educación, por falta de comunicación padres-hijos, por falta de afectivida, desacuerdos entre los padres, por separación o divorcio, por estar viudos o solteros, por el nacimiento de un hermano menor, porque la madre o el padre se ponga a trabajar, porque el padre o la madre trabajen mucho y pasen poco tiempo en casa, por cambiarle de colegio, por cambiar mucho de casa, por tener niñera, porque le cuiden los abuelos... aunque todos estos factores pueden agravar la situación cuando sí existe el tarstorno de base. Los padres no deben aceptar nunca que nadie les culpe del trastrono de su hijo, como tampoco se deben culpar si su hijo tiene diabetes o epilepsia.

Mito 2: El TDAH es una enfermedad nueva, y sólo existe en EE.UU., es un invento El TDAH fue descrito ya en 1865 por el Alemán Hoffman en el cuento Der Struwwelpeter y en 1902 por el Inglés Still y por el Español Rodríguez-Lafora. Inicialmente se llamó Disfunción Cerebral Mínima, luego (1950) Síndrome Hipercinético, más tarde (1960) Síndrome del Niño Hiperactivo o Reacción Hipercinética de la Infancia, y más recientemente (1980) se cambió el nombre a Trastorno por Déficit de Atención (con o sin Hiperactividad) (TDA con H, TDA sin H). Desde 1994 se llama TDAH, con tres subtipos: combinado, inatento e hiperactivo-impulsivo. Aunque el nombre ha ido cambiando según hemos ido sabiendo más sobre el trastorno, la entidad clínica TDAH está descrita desde hace más de 140 años, ¡¡desde la época de la Reina Isabel II en España, literalmente, desde antes de la Guerra de Cuba!!, no es algo nuevo ni mucho menos. La frecuencia es similar en todo el mundo, entre el 2 y el 6% según diferentes estudios. Los padres no vienen el psiquiatra por capricho, sino porque el niño tiene problemas serios en casa, en el colegio, con su rendimiento escolar, con su funcionamiento social, y con su control de impulsos.

Mito 3: Los síntomas de TDAH son leves, se trata de una enfermedad falsa, fruto del poco aguante de los padres de hoy, del perfeccionismo y la exigencia excesivas El TDAH tiene un efecto muy negativo sobre la perosna que lo padece. A largo plazo, y si no se trata correctamente, reduce seriamente el rendimiento académico del niño y desemboca en fracaso escolar, generando abandono de los estudios o repetición del curso. Si pasan curso no dominan la materia anterior y la base de conocimientos del niño se hace cada vez más endeble. Además afecta el desarrollo social y emocional del niño. Debido a los múltiples problemas en las relaciones con los compañeros por su impulsividad, los niños con TDAH tienden a tener pocos amigos, poco duraderos, y las relaciones son menos estrechas. Por los fracasos repetidos en el colegio, las discusiones con los amigos y con los padres por malas notas y mal comportamiento, son frecuentes los síntomas depresivos e incluso la depresión en los niños con TDAH. Los niños con TDAH no tratado desarrollan con frecuencia comportamientos negativistas: desobediencias progresivas, desafío a la autoridad y poco a poco problemas de conducta mayores, e incluso abuso de alcohol y drogas (especialmente porros). No es un trastorno "cosmético", fruto del perfeccionismo de la sociedad. Los niños con TDAH que no reciben tratamiento correcto suelen alcanzar trabajos o profesiones por debajo de su capacidad. También son más susceptibles de tener otros problemas si no se les trata adecuada y tempranamente, como mayor tasa de embarazos en edades tempranas, mayor tasa de abuso de sustancias, menor tasa de retención de un trabajo, y menor progresión laboral.

Mito 4: El TDAH sólo afecta a niños y desaparece en el adolescente Es cierto que algunos síntomas de hiperactividad disminuyen con la edad, transformándose en movimientos más finos (mover el pie, dar golpecitos?). Sin embargo, la inatención y especialmente la impulsividad permanecen en adolescentes y adultos. Las estimaciones de los padres y personas que viven con el paciente son más precisas que las del paciente, que a veces minimiza sus síntomas. Se estima que la tercera parte de los niños con TDAH dejará de tener TDAH antes de la adolescencia, la tercera parte dejará de tener TDAH antes de la edad adulta, y la tercera parte seguirá teniendo TDAH de adultos. Pero como hemos indicado, aunque algunos ya no cumplen criterios completos de TDAH, siguen teniendo síntomas que les afectan, por lo que cada vez más se considera al TDAH como un problema crónico que requiere manejo a largo plazo.

 Mito 5: El TDAH sólo afecta a los niños y no a las niñas Las niñas con TDAH suelen pasar desapercibidas con más facilidad, porque tienen menos hiperactividad y menos conductas negativistas desafiantes. Comparadas con los niños tienen menos comorbilidad con trastornos de conducta, trstornos del aprendizaje y depresión, pero más comorbilidad con trastornos de ansiedad. El problema es que como pasan desapercibidas, a veces no tienen problemas en el rendimiento escolar hasta la secundaria, en edades de 11 a 15 años. Si el médico es demasiado rígido con los criterios diagnósticos, puede decir que como no ha tenido problemas antes de los 7 años no tiene TDAH. A veces hemos visto a estas chicas en la consulta a los 17-18 años, y a pesar de llevar tanto tiempo con un rendimiento muy por debajo de su capacidad, mejoran mucho con medicación. Por eso les digo a los padres que nunca es demasiado tarde para empezar a mejorar.

Mito 6: El TDAH lo debe diagnosticar y tratar primero el neurólogo o neuropediatra, y si no mejora, entonces el psiquiatra infantil Un diagnóstico correcto y temprano es el primer paso para un buen manejo del TDAH y para prevenir sus complicaciones. Generalmente son los padres, profesores, psicólogos escolares, pedagogos, o pediatras los que primero sospechan un posible TDAH en un niño que tiene síntomas o problemas. Un pediatra con experiencia y formación puede hacer un diagnóstico inicial e incluso iniciar un tratamiento. Generalmente es un especialista en TDAH (psiquiatra del niño y del adolescente, neuropediatra, psiquiatra, o psicólogo clínico) el que hará un diagnóstico definitivo. Una vez realizado el diagnóstico, el médico y su equipo diseña un plan de tratamiento que puede incluir la participación de un psicólogo clínico, pedagogo, profesor de apoyo, y otros profesionales para realizar parte del tratamiento. Siempre que se sospecha un TDAH debe existir una evaluación por un médico experto en el diagnóstico y tratamiento de niños con este problema. El psiquiatra infantil y adolescente es un médico que puede ayudar a los padres y al niño. Debe verse como un experto en el TDAH al que los padres consultan para poder tomar mejor las decisiones médicas que afecten al niño. Lo mejor es buscar un psiquiatra con el que los padres se sientan cómodos. Primero porque tenga una calidad técnica reconocida, y luego porque sea capaz de hacerse entender y de ser cercano a las necesidades de los padres. Si el psiquiatra no escucha a los padres o les hace sentir culpables por los problemas del niño les recomiendo que busque a otro más adecuado.

 Mito 7:El Tratamiento del TDAH deber ser primero sin medicación, y si no mejora se puede usar medicación, porque los fármacos son peligrosos El tratamiento del TDAH debe incluir 3 partes: 1) entrenamiento a los padres sobre el TDAH y cómo manejar aspectos de la conducta del niño, 2) apoyo y adaptación a nivel escolar, y 3) además es imprescindible un tratamiento médico con una medicación que ayude a mejorar los déficits en neurotransmisores en algunas zonas del cerebro. El tratamiento del TDAH no debe ser nunca solamente dar la medicación, pero ésta es imprescindible en la inmensa mayoría de los casos. Cuanto más sepan, lean y pregunten los padres sobre el TDAH mejor podrán ayudar a su hijo. Deben buscarse un médico para que evalúe y trate al niño, un médico que sea experto en niños con TDAH y que tenga tiempo y paciencia para seguir al niño a lo largo de su enfermedad. Además los padres pueden: definir reglas claras de consecuencias y premios para ciertos comportamientos ayudar al niño a terminar una tarea o encargo dividiéndolo en pasos menores aumentar la estructura y el orden de la casa establecer rutinas estables y predecibles para organizar el tiempo eliminar ruidos y distracciones modificar la conducta del niño motivarles aumentar la disciplina haciéndo que el niño sufra las consecuencias de saltarse las normas. Hay varios tipos de medicinas que han demostrado su eficacia en el TDAH aprobadas para su uso: los estimulantes (en España Metilfenidato: Rubifén®, Concerta® y Medikinet®; fuera de España también Dextro- metilfenidato, dextroanfetamina y mezcla de sales de anfetamina). Estas medicinas actúan principalmente sobre la dopamina. También ayudan las medicaciones no estimulantescomo atomoxetina (Strattera®) con efecto principalmente sobre la noradrenalina. Estas medicaciones son todas de primera elección en la mayoría de las guías clínicas basadas en la evidencia elaboradas por expertos. La elección de una u otra medicación debe hacerse de forma individualizada. En todo tratamiento con medicación hay una fase inicial para alcanzar una dosis adecuada, una fase de mantenimiento, donde la respuesta adecuada inicial se ha alcanzado, y una fase de perfeccionamiento, donde se hacen retoques y se atienden problemas emergentes, o nuevos síntomas. La colaboración entre el médico y los padres es esencial en las tres fases.

Mito 8: Es mejor no dar medicación al niño y usar psicoterapia u otros abordajes no farmacológicos La psicoterapia que ayuda al niño con TDAH es el entrenamiento de los padres sobre los síntomas del TDAH, y sobre cómo controlar y manejar mejor el comportamiento del niño. La psicoterapia psicoanalítica no funciona en el TDAH. También es muy útil el apoyo escolar, con técnicas de estudio, remediando las dificultades del niño, intentando recuperar las áreas en las que tenga especial dificultad o retraso respecto a sus compañeros. Hay muchos mitos sobre métodos mágicos "alternativos" que pueden mejorar el TDAH pero que no tienen ninguna base científica. Estos "tratamientos" se suelen ofrecer en consultas privadas con gran coste de tiempo y dinero para los padres, y sensación de fracaso para el niño. No existe evidencia de que métodos como oir música de diferentes tonos para reeducación auditiva sirva para nada, como mucho puede relajar al niño, pero se obtiene el mismo efecto comprando un disco y oyéndolo en casa. Los tratamientos homeopáticos como agua magnetizada, hierbas de diferentes tipos, acidos grasos Omega-3 tampoco han demostrado eficacia. Algunas hierbas, aunque sean naturales, pueden ser peligrosas (no confundir natural con inofensivo). No por ser naturales, estos remedios son buenos, y generalmente su eficacia no ha sido demostrada científicamente. Los padres deben desconfiar de remedios fáciles que prometan "curación" permanente, rápida, sin esfuerzo y que supongan un gran desembolso económico inicial. Deben desconfiar de tratamientos no publicados en revistas científicas, que impliquen el uso de algún artefacto patentado o supuesta medicación con componente secreto o no claramente conocido.

Mito 9: Las medicaciones producen adicción, porque son drogas Este tema suele preocupar mucho a los padres y es importante que se entienda bien. Es un falso mito que el metilfenidato produzca adicción. Aunque químicamente el metilfenidato es similar a la anfetamina, a dosis normales en TDAH y por vía oral no produce efecto euforizante. El metilfenidato, al tratar el TDAH, de hecho reduce el riesgo de que el niño en el futuro abuse de drogas, porque disminuye su a impulsividad. Sin embargo, dosis altas de metilfenidato podrían causar efecto euforizante. Por ello, si se usa en chicos con problemas de abuso de drogas o alcohol, debe hacerse con control cercano. Los padres deben guardar bajo llave la medicación y darles sólo una pastilla cada vez para evitar que tomen más de lo recetado. Esto limita el uso del metilfenidato en adolescentes con problemas de abuso de alcohol o drogas o con trastorno de conducta, pero no es el metilfenidato lo que produce éste abuso de drogas, sino el TDAH. La forma OROS®-Metilfenidato al ser una cápsula de liberación prolongada, tiene menor riesgo de abuso. La atomoxetina tampoco produce ningún efecto euforizante ni tiene riesgo de adicción.

 Mito 10: La medicación produce la medicación una reducción del crecimiento en altura del niño El efecto de los estimulantes sobre el crecimiento ha sido una preocupación de padres y médicos durante años y ha sido muy estudiado. Algunos estudios han mostrado una reducción de la ganancia esperada de altura en los primeros 3 años de tratamiento, aunque la significación clínica de éstos datos es difícil de valorar. Otros estudios encontraron una menor talla de los niños con TDAH tratados con estimulantes a los 18 años, pero no encontraron diferencias más tarde, porque los adolescentes con TDAH completaron su desarrollo un poco más tarde, y alcanzaron tallas similares a los controles. En estudios donde se interrumpía el metilfenidato los fines de semana y en vacaciones no se observó ninguna ventaja en el crecimiento, por lo que no se recomienda parar el tratamiento los fines de semana ni en vacaciones. La talla y el peso deben monitorizarse de cerca, y en aquellos niños que pierden peso o no ganan peso adecuadamente se pueden usar suplementos energéticos y calóricos. La atomoxetina tampoco reduce el crecimiento en altura.

Dr. Cesar Soutullo, Director de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente, Clínica Universitaria de Navarra.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Día Internacional de la Discapacidad

"Hagamos todo lo necesario para asegurar que las políticas, los programas, las directrices y las tecnologías del siglo XXI estén al alcance de las personas con discapacidad y tengan en cuenta sus perspectivas y experiencias".
Mensaje del Secretario General de las Naciones Unidas,Día Internacional de las Personas con Discapacidad 2014. El Secretario General Ban Ki-moon, el Presidente de la Asamblea General John W. Ashe, el Secretario General Adjunto de DGACM, Tegegnework Gettu y Stevie Wonder, Mensajero de la Paz de la ONU, en la reunión de alto nivel sobre Discapacidad y Desarrollo, convocada por la Asamblea General en septiembre de 2013. Foto ONU/Amanda Voisard Tema para 2014:

 «El desarrollo sostenible: la promesa de la tecnología» A lo largo de la historia humana, la tecnología ha dado forma a la manera de vivir de las personas. Las tecnologías de la información y de la comunicación, en particular, han impactado mucho la vida cotidiana de las personas. Sin embargo, no todas las personas tienen acceso a la tecnología y los estándares de vida más elevados que permite.Se estima que mil millones de personas en todo el mundo viven con una discapacidad, y el 80% de ellos viven en países en desarrollo, el acceso a la tecnología es fundamental para ayudar a hacer realidad la participación plena e igualitaria de las personas con discapacidad.
 Con el tema «Desarrollo Sostenible: La promesa de la tecnología», el Día Internacional de este año examinará esta cuestión en el contexto de la agenda para el desarrollo después de 2015.En la Sede de las Naciones Unidas, los actos conmemorativos de este año serán organizadas por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES). Los representantes de los Estados Miembros, el sistema de las Naciones Unidas, la sociedad civil, el sector privado y otros discutirán cómo los avances en la tecnología pueden ser utilizados para mejorar la vida de las personas con discapacidad, con tres sub-temas diferentes: Objetivos de Desarrollo Sostenible que tengan en cuenta a las personas con discapacidad. La discapacidad y la reducción del Riesgo de Desastres/Respuestas de Emergencia. Creación de condiciones propicias de trabajo. Más información de los diferentes eventos está disponible en Enable. El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se observa en todo el mundo cada 3 de diciembre de acuerdo a la resolución 47/3)  de la Asamblea General adoptada el 14 de octubre de 1992, con el objetivo de llamar la atención y movilizar apoyos para aspectos clave relativos a la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad y en el desarrollo.